domingo, 31 de julio de 2011

HOMOLOGACIÓN EN LAS POLICÍAS VENEZOLANAS

HOMOLOGACION

A nivel nacional se ha ejecutado un programa de homologación de los funcionarios pertenecientes a las distintas policías estatales y municipales del país que ha sido una de las mas grandes aberraciones que se ha cometido contra los funcionarios policiales, algo insólito que no tiene calificativo por la forma en que se ha ejecutado y que dista mucho de ser en verdad una homologación en su justo significado.

La palabra homologación significa literalmente igualar y en un cuerpo jerarquizado es imposible ejecutar esta medida como se ha hecho en Venezuela ya que para que ciertamente exista una homologación todo los funcionarios deberían gozar de una misma jerarquía y un mismo sueldo, cosa que en ningún momento se ha hecho.

Ciertamente en las distintas policías de Venezuela existe un gran numero de funcionarios que con dedicación y empeño se han superado mediante el estudio, que se han hecho profesionales universitarios por esfuerzo propio y tenían bien merecido un ascenso acorde con su grado de instrucción, tal como lo intentó hacer el Coronel (GN) Román Alberto Pineda Rivas, en la Policía del estado Bolívar a quien a pesar de los muchos detractores de su gestión, se le deben reconocer sus meritos entre otros el haberse uniformado orgullosamente de policía, después de solicitar su baja de la Guardia Nacional, a diferencia de otros comandantes Guardias que ponían esa institución por encima de la policía con desprecio, pero no es menos cierto que en la fulana homologación, se cometió la injusticia aberrante de desmejorar a todos los funcionarios que durante tres o cuatro año soportaron un riguroso entrenamiento para optar al grado de oficiales en las Academias del Junkito o Escupol en Maracay demostrando posteriormente su capacidad en el desempeño de sus funciones al frente de las distintas policías y que no se les reconoció esos estudios, instrucción y preparación degradándolos a Agentes rasos, hoy día llamados oficiales.

Por otra parte, la prueba realizada a los funcionarios para “homologarlos” en todo momento estuvo alejada de la realidad policial que en nada comprobó la capacitación profesional en campos policiales y de esta manera, muchos funcionarios obtuvieron altas calificaciones sin tener conocimientos policiales en áreas cono sustanciación, es decir, muchos policías que obtuvieron altas calificaciones no saben redactar y plasmar un acta policial, tomar una denuncia o entrevista escrita, redactar un oficio de remisión, un acta de allanamiento y desconocen totalmente los procedimientos pautados en el Código Orgánico Procesal Penal para la sustanciación policial en el proceso penal.

Hoy día se siente una gran decepción y frustración en las filas policiales, además se ha creado un conflictivo enfrentamiento entre los antiguos oficiales degradados y las tropas ascendidas, existe un claro espíritu de revanchas y venganzas injustificadas, se le ha dado la oportunidad de comandar a funcionarios sin capacidad profesional etc.

Es mi opinión que la medida adoptada no se ajusta a la realidad en cuanto a las policías estatales y municipales y se debería haber implementado solo en la naciente Policía Nacional, respetando las organizaciones policiales dependientes de los estados y municipios.

En todo caso, la homologación debería haberse implementado como dije al principio para aquellos funcionarios que se habían capacitado y realmente la merecen, sin desmejorar otros también capacitados y que fueron desmejorados en un 100%, lo que en la ley del trabajo se consideraría un despido indirecto, pues en muchos casos, el cabo adquirió una jerarquía superior al del sub. Inspector por tener mas tiempo de servicios y piensen ustedes en un cabo elevado a la categoría superior solo por antigüedad y sin ningún conocimiento gerencial.

También a criterio propio, quizás compartido opino que los nombres de las jerarquías chocan con la tradición institucional, tal es el caso de llamar oficial a un raso, también es totalmente chocante la palabra “agregado”, que pareciera mas a una condición que un grado, lo de supervisor, comisionado es otra cosa fuera de nuestras costumbres y tradiciones institucionales, son adjetivos mas bien utilizados en las organizaciones civiles, se debían haber conservado los grados de inspectores y comisarios y en todo caso los equivalente de tenientes, capitanes y coroneles, como las fuerzas armadas y hasta en los bomberos.

La triste realidad es que estos proyectos fueron presentados y aprobados por personas que no tienen la mas mínima idea de la problemática policial, su desempeño y rendimiento, vocación y convicción policial y otras cosas que escapan de sus escasos conocimientos, enmarcados mas que todos en políticas personales e ideologiotas, a tal punto que los grados implementados son los utilizados en las policías de Cuba y Nicaragua.

Dios bendiga a todos los policías venezolanos y veremos hasta cuando políticos inescrupulosos continúan destruyendo las instituciones en perjuicio de la sociedad Venezolana.

COMISARIO/JEFE BENJAMIN V. NESSI DIAZ